Ya sea por su necesidad de saciar una naturaleza exigente o por haber surgido del deseo de complacer al espectador, el hecho es que pocos artistas antes o después pueden igualar tal realismo. Este es particularmente el caso cuando se trata de piezas creadas con una técnica denominada metalpoint. Un boceto conocido como Perfil de un guerrero con casco es un ejemplo perfecto de tal precisión estelar. Echemos un vistazo más de cerca a esta pieza.
Se sabía que Leonardo da Vinci reconocía la influencia de sus compañeros y maestros a lo largo del año. Por lo tanto, primero debemos mencionar que se cree que este trabajo se basa en dos pinturas anteriores. Andrea Verrochio enseñó da Vinci a una edad temprana y fue una gran fuente de inspiración. Verrochio creó dos relieves de metal; uno de Alejandro Magno y el otro de Darío (un poderoso rey persa). Los historiadores contemporáneos creen que da Vinci utilizó una combinación de estos dos relieves para crear el Perfil de un guerrero con casco.
Uno de los puntos más interesantes a mencionar es que este relieve se cree que es un autorretrato del propio da Vinci mientras estudiaba con Verrochio. De hecho, podemos ver la misma nariz torcida y el mentón pronunciado que están presentes en las obras posteriores de da Vinci. Si ignoramos por un momento que el propio da Vinci es el tema de este relieve, seguramente nos vendrían a la mente imágenes de soldados romanos y niveles de disciplina espartanos.
El perfil en sí es rígido. El pecho se hincha, los hombros se retienen y los ojos quedan fijos en un punto de la distancia inmediata. De hecho, el semblante del sujeto casi ha adoptado una pose meditativa. Esta misma sensación de control se puede ver cuando dirigimos nuestra atención al tocado y la armadura. El casco en sí está particularmente ornamentado; insinuando uno usado para la ceremonia en lugar de la batalla.
Sus bordes acampanados y su pico con forma de pájaro ciertamente insinúan confianza e incluso una sensación de agresión medida. Un par de alas de dragón ilustra la naturaleza imaginativa de da Vinci y, sin embargo, ha mantenido su visión de acuerdo con el tema general del relieve. También debemos tomar nota de la coraza y lo que parece ser una cabeza de león con la boca abierta. Una vez más, volvemos al tema de la valentía y un enfoque inquebrantable hacia la finalización de una tarea.
Es interesante notar que da Vinci eligió este método para retratarse a sí mismo bajo la tutela de Verrochio. ¿Estaba tratando de transmitir su respeto por el hombre? Quizás su intención era, en cambio, resaltar su propio compromiso con la búsqueda de la perfección. Independientemente de su perspectiva, el hecho es que Perfil de un guerrero con casco es un ejemplo de cuán preciso podría ser da Vinci.
Tan asombroso como es este trabajo, nunca debemos olvidar que se completó cuando da Vinci tenía apenas 20 años (nació en 1452). Claramente muestra talento a una edad temprana y podemos ver la misma atención al detalle a lo largo de la vida de este gran artista.